domingo, 25 de mayo de 2014

Un día grande




Ayer fue un día grande para el duende.
Hace mucho tiempo el duende vivió en la capital del bosque. Es allí donde pasó unos años muy felices de su infancia y a adolescencia. Allí fue creciendo recibiendo los bienes que le proporcionaron sus progenitores y se fue forjando poco a poco creciendo ante las dificultades
Estudió en un colegio con otros duendes. Allí  fueron creciendo todos juntos como una hermosa encina muy cercana al Moncayo..  Compartieron tiempo de estudio, diversión, algunos malos momentos pero no sé si hicieron muy bien o mal el trabajo los instructores pero allí estaban casi todos 36 años después con la cabeza muy alta y muy felices de reencontrarse.
Ayer fue un día grande para unos cuantos duendes que compartieron una gran jornada contando lo que les había proporcionado el camino de la vida. Acudieron desde bosques lejanos para verse. Algunos incluso desde los bosques donde se cantan sevillanas
Ayer todos estos duendes volvieron  a su infancia. Recordaron como compartían las aulas 42 alumnos y a pesar de ello como cumplían con sus obligaciones. Las aulas son más pequeñas con el paso del tiempo e incluso parecía como el patio del colegio en el que habían jugado tantos partidos de fútbol en el que los balones volaban por doquier se había reducido de tamaño. Es curioso que jugando tantos partidos a la vez todo el mundo sabía cual era su balón y su equipo.
Ayer los duendes se dieron un enorme abrazo mitigando el paso del tiempo y parecía que fueran a coger ese avión de la desaparecida compañía Spantax rumbo a Palma de Mallorca. Por lo menos tenían la misma ilusión que en aquel vuelo para algunos el primero de su vida.
Un gran día fue ayer el vivido por todas estas personas aunque el duende pensó cuando se acostaba en su bosque los años que tendrá en la siguiente velada que se produzca y lo que habrá ocurrido hasta entonces
Regresaron cada uno de ellos a su bosque particular caminando por los senderos que les ha dado la vida y desaparecieron poco a poco mientras caía la noche azul sobre los árboles y se escuchaba una lluvia de estrellas.
Esperemos que no pase mucho tiempo y puedan volver a vivir un reencuentro tan feliz.