domingo, 2 de noviembre de 2014

Por las montañas de Navarra



Este duende nunca olvidará aquel día que llego a los montes de Navarra hace ya mucho tiempo.
En el patio de aquel lugar descubrió una piedra que cuando le daba la luz de la mañana al amanecer cambiaba de color y junto a ella un rosal rojo crecía fuerte en cuyos pétalos de sus hermosas flores rojas asomaban unas gotas de rocío que caían sobre la piedra.
Los compañeros duendes que allí se encontraban le explicaron que  la piedra y el rosal eran el espíritu montañero que cuando ellos marcharan permanecería allí para que los que vinieran lo conocieran. Era obligación de todos los duendes conservar éstos dos símbolos cortando las malas hierbas y regándolo todas la mañanas.
La semana pasada fue muy especial para el duende del Moncayo Acudió.junto a otros duendes a las montañas de Navarra. Vinieron de bosques muy diversos y allí se encontraron.
Muchos no se conocían pero eso no fue impedimento para que una vez que se encontraron comenzaran a contar aventuras e historias.
Todos juntos empezaron ascender al Orhi. La hora del ascenso fue un acierto ya que sentir la frescura de la mañana mientras el sol empezaba a iluminar los pasos recorridos e intuir los que iban a llegar hacía pensar que algo especial estaba sucediendo. Los bosques del fondo del valle madrugaron para ser cómplices de este acto y las cumbres próximas del Petrechema, Mesa de los tres reyes y Peña Ezcaurre vigilaban que todo trascurriera con normalidad bajo un cielo más azul de lo normal,.
El ascenso lo realizaron en medio de un grupo de duendes jóvenes y pese a que el ascenso prolongado era duro  y el duende más mayor dejaba distancia tras los que iban por delante de él los de atrás con gran respeto mantuvieron el orden sin adelantarle. Escuchaban su respiración y no querían romper el orden para no importunarle. En la llegada a la cumbre todos ellos compartieron sidra y queso que trajeron los duendes que vinieron de Asturias, gran tierra y mejor gente.Todos ellos llevaban un gorro verde.
Tras la bajada recordaron a otros compañeros que se fundieron con la nieve hace 50 años y que el espíritu montañero impide su olvido.
Después en otro lugar comieron y cantaron sin olvidar lo que eran y de donde venían.
No se conocían pero tenían en común que pasaron un. año de su vida en distinta época pero en el mismo lugar. Comprendieron que el lugar donde estuvieron ese tiempo les hizo ser mejores personas y mejores duendes.Que había algo especial y mágico dentro de aquel lugar.
Era el espíritu montañero que conocieron la primera vez que llegaron  a los montes de Navarra representados en aquella piedra y en el hermoso rosal rojo el que estaba presente allí desde hace ya mucho tiempo lo que hizo que brotaran lágrimas en los ojos de los duendes al conocer las vicisitudes de los compañeros fallecidos.
El espíritu montañero consiguió también trasformar las vivencias de unos en historias que se trasmitirían a lo largo de los años.
Se marcharon los duendes a sus bosques de origen pero en el patio de aquel lugar quedaría una piedra brillante con la luz del amanecer debajo de un rosal rojo cuyas gotas de rocío caerían sobre ella y siempre habría un duende que podaría sus tallos para que  estuviera cubierto de rosas.


martes, 30 de septiembre de 2014

Baile de burbujas en el Moncayo

Ya comienza el otoño. Es la estación preferida por los duendes pues el aroma de los hongos rodea todos sus sentidos y el bosque se llena de un colorido espectacular.
Ya ha pasado el verano, estación que también gusta a los duendes con una luz durante gran parte del día con un brillo especial  y un cielo azul y una noche repleta de estrellas  donde cada noche descubrimos una nueva asomada al balcón del cielo.
Este verano el duende ha hecho.un descubrimiento. Ha conocido a un duende que procede de los bosques del norte. Allí también hay setas y bosques muy especiales. Este duende se llama Pedro y  una noche que estuvieron  junto  a otros duendes alrededor de una hoguera cantando y bailando mientras bebían licor de nueces y pacharán intercambiaron trucos de duendes.  El duende del Moncayo le enseñó un truco de magia con cuerdas en la cual se partía la cuerda por la mitad y aparecía posteriormente entera. Cosas de duendes....Se lo enseño hace muchos años el duende Elías el cual era entonces ya anciano. Años más tarde conocería a una nieta de él. Cosas que pasan...
Pedro le enseñó unos trucos que le enseñaron en el norte. Prepararon una especie de pócima con ingredientes secretos de duendes y gnomos. Era algo pastoso y verde. En el sumergían un aro fabricado con dos palos de un árbol muy especial y un cordón que tendría 400 años. Como es cosa de duendes empezaron a fabricar burbujas enormes que flotaban en el viento y galopaban entre los árboles hasta que alguna explotaba dejando un fresco aroma alrededor de donde había estado presente.
Es como las personas que cuando dejan de estar presentes  su aroma se sigue recordando y difícilmente se consigue olvidar. Eran burbujas multicolores pues la luz del sol las traspasaba y los colores formaban un dibujo a través de ella.
El duende comenzó a pensar que esas burbujas pueden parecerse un poco a algunas situaciones vividas. En el momento de empezar la vida de los pequeños duendes están rodeados por una burbuja que en el momento de nacer se rompe. Las burbujas a veces se juntan con otras pero es un movimiento delicado que cualquier presión puede hacer que ambas estallen . A veces estamos rodeados de una burbuja que aunque veamos a través de ella no nos permite ver con la claridad requerida lo que la rodea y si lo que pretende ver es el interior de otra burbuja puede distorsionar un poco la realidad.
Burbujas que flotan en el aire libremente buscando espacio que recorrer.... Burbujas que finalmente estallarán dejando un aroma fresco alrededor....Burbujas




pompa de jabón
flota en el aire.
Envuelta de regalo.
(Haiku)

lunes, 30 de junio de 2014

"Sonrisa de ángel"


Es una tarde cualquiera de un verano incipiente. Una vieja estación de tren. Un aviso informa de que va a pasar por la vía 1 un tren que no va a parar. ¡Cuántos trenes han pasado cerca de nosotros y los hemos visto circular a gran velocidad  con gran estrépito! Viajeros anónimos dentro de él con un trayecto predefinido. Pasa de largo mientras los viajeros que están en el andén mezclados con gente que viene a recoger o a despedir a familiares y amigos contienen la respiración a su paso. De este modo es como si el fuerte ruido se escuchara más lejano. Manchas de pintura rojas verdes y azules sobre el convoy son la huella de grafitis que han dejado la firma de los sprays de lugares lejanos. Es la forma de viajar que tienen los que la han decorado con prisas por no se descubiertos como los amantes jóvenes.
Sentados en un banco una pareja de ancianos. Él toma la mano de ella ante sus pequeñas protestas. En el fondo pese a esa queja es lo que está deseando la mujer. Sentir el tacto de la mano que le ha acompañado tanto tiempo que le dejará entre sus dedos un leve aroma a tabaco. Cigarros fumados siempre a escondidas.
En el mismo banco una persona espera con ansia a su esposa. ¡Cuánto tiempo hace de otras esperas en otras estaciones! La misma sensación esperando la llegada del tren que traerá a su amada. Una mezcla de nervios y deseo de escuchar el chirrido de las ruedas al frenar en la vía. Al escuchar la queja de la anciana al coger su marido la mano la tercera persona del banco los mira y les sonríe recordando a sus padres ya ausentes pero siempre presentes
 -"Tiene usted sonrisa de ángel", le dice la mujer respondiendo a su sonrisa.  Él piensa mientras les mira piensa que es lo más bonito que le han dicho en su vida y más procediendo de tan hermosa escena. En ese instante le suena el teléfono y contesta. Ellos se levantan y se pierden por el andén sin darle tiempo a decirle nada a ella.
Se escucha un chirrido metálico y el tren deseado llega. Se abren sus puertas y un desfile variopinto de viajeros con equipajes muy diferentes empieza a descender. Por una de ellas aparece su amada. Un abrazo cariñoso un un beso fresco. Le coge su equipaje y se van de la estación cogidos de la mano mientras él no puede dejar de pensar en al escena vivida.


domingo, 25 de mayo de 2014

Un día grande




Ayer fue un día grande para el duende.
Hace mucho tiempo el duende vivió en la capital del bosque. Es allí donde pasó unos años muy felices de su infancia y a adolescencia. Allí fue creciendo recibiendo los bienes que le proporcionaron sus progenitores y se fue forjando poco a poco creciendo ante las dificultades
Estudió en un colegio con otros duendes. Allí  fueron creciendo todos juntos como una hermosa encina muy cercana al Moncayo..  Compartieron tiempo de estudio, diversión, algunos malos momentos pero no sé si hicieron muy bien o mal el trabajo los instructores pero allí estaban casi todos 36 años después con la cabeza muy alta y muy felices de reencontrarse.
Ayer fue un día grande para unos cuantos duendes que compartieron una gran jornada contando lo que les había proporcionado el camino de la vida. Acudieron desde bosques lejanos para verse. Algunos incluso desde los bosques donde se cantan sevillanas
Ayer todos estos duendes volvieron  a su infancia. Recordaron como compartían las aulas 42 alumnos y a pesar de ello como cumplían con sus obligaciones. Las aulas son más pequeñas con el paso del tiempo e incluso parecía como el patio del colegio en el que habían jugado tantos partidos de fútbol en el que los balones volaban por doquier se había reducido de tamaño. Es curioso que jugando tantos partidos a la vez todo el mundo sabía cual era su balón y su equipo.
Ayer los duendes se dieron un enorme abrazo mitigando el paso del tiempo y parecía que fueran a coger ese avión de la desaparecida compañía Spantax rumbo a Palma de Mallorca. Por lo menos tenían la misma ilusión que en aquel vuelo para algunos el primero de su vida.
Un gran día fue ayer el vivido por todas estas personas aunque el duende pensó cuando se acostaba en su bosque los años que tendrá en la siguiente velada que se produzca y lo que habrá ocurrido hasta entonces
Regresaron cada uno de ellos a su bosque particular caminando por los senderos que les ha dado la vida y desaparecieron poco a poco mientras caía la noche azul sobre los árboles y se escuchaba una lluvia de estrellas.
Esperemos que no pase mucho tiempo y puedan volver a vivir un reencuentro tan feliz.


lunes, 28 de abril de 2014

Es la herencia de duende a duende

Hoy es un día especial. Es el primer día del resto de los días.
Es con un espíritu constructivo y positivo como se debe afrontar cada jornada.
A veces sé que es difícil. Es fácil que el peso de la carga de los días vividos sea tan fuerte que liberarse de esa carga cueste mucho, o una barbaridad, como se dice en la tierra del duende del Moncayo.
Este duende hace días que no escribe nada. No pasa nada, son etapas y fases pero seguiremos en la brecha.
Con espíritu positivo veremos pasar los días  y el tiempo....
Observamos como la pérdida reciente de un familiar se refleja en los escritos de una duendecilla hija como si le trasmitiera todo su saber y hacer poético. Y eso nos hace pensar en mirar hacia adelante.
Y es así como cada día que empieza es una nueva aventura.
Seguiremos maravillándonos con la vista de un cielo azul con el Moncayo verde y frondoso enfrente y por las noches disfrutaremos haciendo inventario de estrellas.

Que ese "a partir de mañana" sea un "a partir de ya"

A PARTIR DE MAÑANA. (Alberto Córtez)

A partir de mañana empezaré a vivir la mitad de mi vida; 
a partir de mañana empezaré a morir la mitad de mi muerte; 
a partir de mañana empezaré a volver de mi viaje de ida; 
a partir de mañana empezaré a medir cada golpe de suerte. 

A partir de mañana empezaré a vivir una vida más sana, 
es decir, que mañana empezaré a rodar por mejores caminos; 
el tabaco mejor y también por qué no, las mejores manzanas, 
la mejor diversión y en la mesa mejor, el mejor de los vinos. 

Hasta el día de hoy, sólo fui lo que soy, "aprendiz de Quijote", 
he podido luchar y hasta a veces ganar, sin perder el bigote. 
Ahora debo pensar que no pueden dejar de sonar las campanas, 
aunque tenga que hacer, más que hoy y que ayer... 
a partir de mañana. 

Si a partir de mañana decidiera vivir la mitad de mi muerte 
o a partir de mañana decidiera morir la mitad de mi vida, 
a partir de mañana debería aceptar, que no soy el más fuerte, 
que no tengo valor ni pudor de ocultar mis más hondas heridas.

Si a partir de mañana decidiera vivir una vida tranquila 
y dejara de ser soñador, para ser un sujeto más serio, 
todo el mundo mañana me podría decir: "se agotaron tus pilas, 
te has quedado sin luz, ya no tienes valor, se acabó tu misterio".

Cada golpe de suerte empezaré a medir a partir de mañana. 
De mi viaje de ida empezaré a volver a partir de mañana. 
La mitad de muerte empezaré a morir a partir de mañana. 
La mitad de mi vida empezaré a vivir... a partir de mañana.





domingo, 9 de febrero de 2014

Una nueva estrella en el cielo


Hoy es un día lluvioso y gris.
Recientemente se ha ido de viaje la madre de un duende.
Los últimos años han transcurrido viendo como se iba apagando poco a poco y aunque el  momento se veía cercano nunca es bien recibida su llegada
Deja toda una vida dedicada a los suyos, muchos poemas y todas las enseñanzas que pudo dejar a sus sucesores.
Adios mamá.

Esta tarde se han escuchado unos pasos por el bosque del  Moncayo. Se ha ido paseando por el hayedo y se ha sumergido en su vegetación. En ese momento las aves han empezado a cantar  y algunos animales acompañaban el coro con los sonidos que podían lanzar desde sus gargantas- El viento ha silbado con fuerza abriéndose camino entre los árboles y poco a poco el cielo se ha empezado a oscurecer. Es como si el tiempo no hubiera pasado pero misteriosamente se ha hecho de noche. Se vislumbran unas huellas de pies descalzos entre las hojas de los árboles y se percibe un rico aroma  a flores por todo el bosque.
El duende mira al cielo y entre las lágrimas que le brotan de sus ojos ve la constelación de las pléyades. Cuenta las estrellas y encuentra una más que el día anterior. Es la más brillante. Se seca las lágrimas y esa estrella se desplaza con velocidad por el cielo desapareciendo en la inmensidad.
Mientras tanto por el bosque ve un polvo azul por un sendero que se pierde a lo lejos.
Y cerca de él pasa un grupo de corzos dando saltos y se mezclan con la noche.

Adios.

lunes, 27 de enero de 2014

¿Qué tienen en común Marta Sánchez, Robert de Niro y el Moncayo?




No es un acertijo lo que hoy proponemos. Es un hecho que le ocurrió al duende del Moncayo.
El duende es un gran cinéfilo. Debido a ello ha seguido la carrera del gran actor Robert de Niro y siempre le ha gustado mucho la interpretación que ha realizado en todos sus papeles. Robert se ha involucrado enormemente en todas sus actuaciones y por ello ha engordado, ha adelgazado, ha aprendido a tocar el saxofón, a hablar siciliano, se ha estropeado los dientes y se los ha arreglado.Está claro que para él el cine es su vida.
Marta Sánchez (los que la conocemos la llamamos amistosamente Martita) es una cantante excepcional. Sus orígenes estuvieron arropados por su padre, cantante de ópera pero hay que reconocerle su gran carrera.
Con sus comienzos en Ole Ole sustituyendo a Vicky Larraz fue catapultada al éxito. Anteriormente estuvo en un grupo llamado Cristal Oskuro y poco a poco se ha ido adaptando y construyendo en una carrera meteórica. Además hay que reconocer que es muy bella y muy majetona. Simpática como la que más y nos ha hecho disfrutar siempre con sus canciones. Marta tiene una voz excepcional.
Hay un secreto que no todo el mundo conoce. Martita es muy supersticiosa y lleva siempre una prenda de color azul. El día que empezó a cantar llevaba una camiseta azul y desde entonces lleva siempre este color en una prenda. A veces esta prenda no es visible así que si no le veis nada azul a simple vista seguramente estará en su ropa interior o bien lleva un lazo azul escondido.
Robert en cambio, también supersticioso y luchador de la vida lleva  una prenda de color verde.
Dice que el refrán que " el azul y el verde muerde" por no ser compatibles en la gama de colores pero son dos colores muy bonitos.
Ocurrió un día que el duende del Moncayo iba caminando por la ruta del Hayedo cuando  vio a lo lejos a una chica rubia. Caminaba sola pero iba cantando. Los cantos que la acompañaban eran tan dulces que hasta los pajarillos cesaron de cantar para escuchar los nuevos trinos que acabaron de descubrir. Llevaba un gorro de lana azul y disfrutaba del paisaje. El duende se escondió pues no les gusta a los duendes que los vea la gente.
Por otro extremo vio el duende acercarse a un personaje que le recordó a Robert con su característica peca en la cara y su nariz prominente. Llevaba unos calcetines de color verde y balbuceaba unas palabras que parecían decir "abogado". Caminaba en dirección opuesta a la chica . En un rato iban a encontrase.
Pasó un instante y las canciones de Martita se escuchaban cada vez más cerca. Finalmente se encontraron debajo de unas hayas junto a una piedra vestida de verde musgo.
Comenzaron a hablar y su conversación se trasformó poco a poco en el principio de una amistad. Todo ello a pesar de lo que ya he contado de que "el azul y verde muerde". Así es como dos personajes muy diferentes y distantes se hicieron amigos en el entorno del Moncayo.
Y es que el Moncayo más que separar une a las personas.
Desde aquel instante la brújula de Marta y Robert tiene como referencia al Moncayo en lugar del norte.
Y el duende sigue disfrutando de las películas de Robert y la música de Marta y recuerda su presencia en su día a día y cuando se pasea por el Moncayo



jueves, 9 de enero de 2014

El Moncayo y las Pléyades


Hoy es jueves y el duende lleva días pensando en la nueva aventura que ha vivido recientemente.
Todo surgió en un viaje que realizó a los bosques del norte del país. Como a este duende no le gustan mucho las fiestas aprovechó un viaje a los bosques de Navarra, que son muy bonitos, y allí visitó a unos duendes amigos junto a su familia. Llevó varias botellas de vino de nueces que tanto gusta a los amigos de la comarca donde se cogen muchas olivicas y juntos compartieron conversaciones, risas,comida y bebida.
Hicieron una fogata y cuando se apagó estuvieron mirando las estrellas. Allí los duendes le explicaron a nuestro amigo las diferentes constelaciones que se pueden ver en el cielo. Vieron el carro también llamado Osa Mayor y como contando cinco veces dos estrellas del mismo (Merak y Dubhe ) se ve la estrella que indica el norte, la Estrella Polar,  importante para orientarse en la noche. Vieron Casiopea en forma de una uve doble. Pero lo que más le gustó fue reencontrarse con la constelación de las Pléyades. Es un pequeño grupo de siete estrellas muy juntas. También se les llama " los siete cabritillos". Aprendió como localizarlas en el cielo.
Recordó nuestro duende que en las noches de verano cuando iba con sus duendes amigos a ver estrellas fugaces y  hace  ya mucho tiempo podía ver las Pléyades a simple vista pero ya no las encontraba. Muchas noches las pasó mirando al cielo pero no las consiguió ver más..
Pero eso ya no es así. Ya sabe donde está la estrella que más brilla  y también este grupo hermoso de estrellas que pasa desapercibida al resto de los duendes. Es que son unas estrellas muy tímidas y no quieren destacar entre sus hermanas. El cielo está lleno de estrellas tan brillantes que la mirada se dirige siempre a ellas.
Pensó que algunas personas pueden ser como las Pléyades, pequeñas ante el brillo de sus compañeras pero en el fondo tiene una gran belleza en todos los sentidos. También pensó en que la mirada de la gente de la calle siempre se dirige hacia las estrellas más brillantes y no perciben otras estrellas con mucha más hermosura.
También reflexionó sobre las Pleyades. Son siete hermanas pero no se puede cerrar el círculo a solamente esas siete. Seguramente habrá alguna más en medio y siempre encontrará más estrellas brillando alrededor que deseará conocer. Solamente hay que alejar la vista del cielo e intentar verlo como un conjunto de brillos disfrutando de la belleza del tapiz que nos ofrece.
¿Qué ocurriría si alguna fuerza sobrenatural impidiera a una de estas siete estrellas contemplar el resto del firmamento? ¿Sería justo que no pudieran conocer tanta belleza pero sin dejar de pertenecer a ese círculo?
En el equilibrio de todas las estrellas que forman un puzzle infinito está la respuesta.

Nuestro duende bebió un vaso más de licor de nueces y mientras miraba al cielo una estrella fugaz atravesó el firmamento reluciente. Después de su paso contempló las Pléyades y ya no las perderá jamás. Mientras tanto el polvo azul de las hadas se desparramó a su alrededor y se durmió soñando con las Pléyades.


POEMA A LAS ESTRELLAS

Esos rasgos de luz, esas centellas
que cobran con amagos superiores
alimentos del sol en resplandores
aquello viven que se duele de ellas.
Flores nocturnas son: aunque tan bellas,
efímeras padecen sus ardores,
pues si un día es el siglo de las flores,
una noche es la edad de las estrellas.
De esa, pues, primavera fugitiva,
ya nuestro mal, ya nuestro bien se infiere;
registro es nuestro, o muera el sol o viva.
¿Qué duración habrá que el hombre espere,
o que mudanza habrá que no reciba
de astro que cada noche nace y muere?
Pedro Calderón de la Barca