jueves, 25 de abril de 2013

¿El escritor nace o se hace?

Es curioso. Hay personas que se autodefinen escritoras por el mero hecho de saber plasmar su pensamiento en un papel utilizando un bólígrafo. Esas personas tienen una idea, la escriben y las más osadas la publican. Es muy fácil. Puedes acudir a una de las tantas editoriales que existen a nuestro alrededor y a cambio de unos maravedíes esa editorial estará encantada de publicar tu proyecto.
Yo conozco muchos muchos muchos escritores. Para mí esas personas son escritoras por el mero significado de la palabra. Escritor es el que escribe.
¿Y quien escribe? Empezando por el policía municipal cuando redacta una sanción. Si además redacta un atestado es un premio nobel. Los niños después de conocer las letras y cuando empiezan a hacer sus redacciones. El carnicero cuando rellena los libros contables con los ingresos y gastos.
Y entrando en el tema más emotivo cómo olvidar las cartas de los soldados a sus novias en las que el lenguaje epistolar descubre el mundo del soldado recreando la película de su vida mientras cuenta sus deseos más íntimos a la persona que quiere.
Es escritor el funcionario cuando rellena unos formularios.
Pero en el otro lado de la cuestión los "escritores de pago" para mí no son eso. Me parece una mala comparación con los escritores de siempre. Los reconocidos. Son falsos.
Yo no me reconozco como uno de esos escritores. Prefiero ser escritor como el policía o el funcionario. Soy un duende no escritor pues tengo fallos de sintaxis, pocos fallos ortográficos aunque repito algunas palabras.
Y lo peor de todo es que la gente luego encuentra esos libros en mercadillos y al reconocer al firmante del mismo dice ¡toma... no sabía que fulanito o fulanita era escritor! aunque ojee el libro que no llegará a leer. Y el escritor (desde mi punto de vista el pseudoescritor) tendrá en su bolsillo 4000 maravedis menos, entregará tarjetas con su nombre y el título "escritor" otorgado por él mismo y estará henchido de satisfacción. Me parece que es una falta de respeto a los verdaderos escritores que son los que nos trasmiten sus emociones y sentimientos a través de una marcas de tinta en un papel y nos hace vivir experiencias únicas a través de la lectura de su obra.
También conozco a algún escritor de los de verdad. Sé distinguirlos a simple vista aunque la mejor manera de reconocerlos es leyendo sus libros. Ellos emocionan con sus mensajes y se desnudan ante tí utilizando el lenguaje como único vehículo de trasmisión de sentimientos y vivencias.
Claro, que también hay lectores y pseudolectores, aunque eso es otro tema. --Ésto ocurre desde Cádiz a Santander, desde Tarragona a Badajoz....

FIRMADO: EL DUENDE NO ESCRITOR

jueves, 18 de abril de 2013

Un duende muy andarín



En la zona del Moncayo ya sabemos que hay un gran número de duendes habitando en ella. Su principal cometido es el vigilar los montes y bosques y proteger a los animales que allí viven. Cuando paseas por esa zona no es extraño el encontrarte con una diversidad de animales. Se pueden ver facilmente corzos, buitres perdices diversas rapaces y aves acuáticas en lo que hay que destacar la zona del embalse del Val en los Fayos, y batracios.
Esta historia le ocurrió el otro día a nuestro duende del Moncayo.
Como los duendes necesitan llegar cada vez más lejos para su trabajo han aprendido a desplazarse de una manera original. Preparando dos palos los utilizan para caminar apoyando simultaneamente el palo derecho y el pie izquierdo y viceversa. Los apoyan con una inclinación y teniendo el brazo recto y un poco hacia atrás. Esta técnica se la llevó a otra tierra adonde emigró un duende nuestro hace ya algún tiempo. Se fue a Finlandia a trabajar en los bosques pues en su país había una crisis y necesitaba trabajar. Resulta muy cómodo desplazarse asi además de muy sano. Posteriormente los finlandeses bautizaron esa forma de caminar como "marcha nórdica" y lo que son las cosas ha regresado a nuestra comarca. Es un deporte con cada vez más adeptos pues es muy saludable, se fortalece el 90 % de los músculos del cuerpo y se queman más calorías que caminando.
El otro día el duende que practica marcha nórdica, se fue con sus bastones caminando desde Tarazona al pozo de los Aines en Grisel. Siguió un sendero ya señalado en el mapa.  Al principio observó que por el camino en algunos tramos circulaba agua de riego de una acequia próxima. Iba esquivando el agua como podía y continuó la marcha. Llegó a una finca en la que había perros atados ladrando y uno suelto, como debe ser que se acercaba hasta el camino a saludar.  Nuestro duende continuó avanzando pero el agua cada vez era más caprichosa a su encuentro por el sendero. En un momento determinado pensó en dar la vuelta pero el duende además de duende es maño, lo cual quiere decir que no le gusta  preguntar a alguien por donde se va a algún lugar ni dar la vuelta en un camino.
Cada vez más agua. Ahora era un pequeño río que bajaba por  una colina. Subió por el monte para mojarse menos. Llega al pozo de los Aines y decide regresar por otro camino que vuelve desde Grisel saliendo del pueblo hasta Tarazona. El camino parece estar bien pero llega la sorpresa. Otro inmenso charco atraviesa el mismo pero sigue adelante y se encuentra con una rana. Estaba en medio del camino mirándole. Pensó en darle un beso para ver si se convertía en príncipe o princesa por eso de la igualdad de género. Pero nuestro duende pensó y pensó bien. "¿y si la rana se convierte en un príncipe o princesa de los Austrias en lugar de los Borbones tan simpáticos que tenemos tan a mano y la lían entre ellos? ¿A quién defenderían los ciudadanos de este reino? ¡encima de lo que tienen los pobres borbones sobre ellos!"
El duende se despidió de la rana y continuó con la marcha nórdica camino del reino de Tarazona disfrutando del recorrido y de su deporte favorito.